El pie como terapia manual
En las últimas décadas se han ido descubriendo nuevos microsistemas del organismo en áreas localizadas del cuerpo humano, como por ejemplo en la oreja, el cráneo, la nariz, la mano y la cavidad bucal. Todos ellos son de enorme utilidad para un gran número de terapeutas, a la hora de ejercer su profesión en beneficio de los pacientes. El tratamiento aplicado que representa el pie puede considerarse como el más antiguo, el de mayor difusión y, también el más efectivo.
El pie es la parte del cuerpo donde van a parar multitud de terminaciones nerviosas. Mediante el masaje podal se puede influir a modo reflejo sobre los correspondientes órganos y vísceras, aparte de la importancia diagnóstica que tiene.
En FISIOTERAPIA MAYOR la reflexología podal es más que un masaje, es un concepto de trabajo que venimos aplicando con notables resultados terapéuticos, sin olvidarnos de combinarlas con otras técnicas manuales. Nada nos ha restado el más mínimo ápice de confianza en la reflexología y el masaje podal. Son dos, fundamentalmente las razones por las que nos gusta esta terapia. Por un lado la sencillez de su práctica y por otro la incuestionable eficacia de sus resultados. Produce un efecto relajante que ayuda a eliminar el estrés y facilita la relajación física y mental, estimula la circulación sanguínea y linfática, potencia el sistema inmunológico y el potencial de auto sanación del cuerpo, por último, e igual de importante, regula el funcionamiento de los órganos del cuerpo.